domingo, 13 de diciembre de 2009

El olor de un verano inacabado.

Por más que lo intento no puedo esquivar los fotogramas de tu recuerdo, que asaltan mi cabeza 20 horas al día, es decir todas menos las que duermo; pero aún así no estás conforme...y me vuelves a tender una emboscada en sueños y apareces arreglando todo lo que me has echo sentir en la realidad, al menos por unas horas vuelvo a estar con la persona con la que un día compartí la saliva cada noche durante dos meses que me hicieron llegar al cielo y luego comprobar lo lejos y a la vez cerca que está del suelo, porque todo se desvanece tan rápido cómo me despierto y percibo tras un escalofrío triste-feliz que la persona que a mi me acaricio ahora a muerto y quedado en algo que no me cuadra con las pasadas tardes, caricias y te quieros...no se ese algo que me provoca ganas de comerte como me provoca el sabor de tu olor que dejo este verano inacabado pegado en mi ropa, en las sabanas donde nos hemos encontrado y sobre todo pegado a mi olfato que ya no me deja oler otra cosa y sólo me permite verte a tí entre la multitud de gente que se ofrece a devolverme buenos fotogramas; pero de presente.

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